¿Qué podemos hacer para que los estudiantes, en las ciudades y los campos, puedan recibir una educación que les permita seguir esperanzados? ¿Qué les permita seguir soñando con su desarrollo, como ciudadanos y profesionales? ¿Qué nuevas aplicaciones? ¿Qué nuevas experiencias? ¿Qué soluciones podemos imaginar?